El hermano de Belén nos dice con sorna que si subimos al Mulhacén cada poco tiempo para ver si le ha pasado algo.
Pero es un pico emblemático. Es el techo de la Península Ibérica y a no ser que saltes los Pirineos o cojas un avión, no puedes subir más alto.
Puedes subir con más dificultad, pero no más alto.
Esta ha sido la ascensión más fácil y más rápida. Se diseñó específicamente para gente de senderismo y se salía desde un aparcamiento situado sólamente 400 metros por debajo del Refugio Poqueira, así que sólo quedaban 1000 metros adicionales del refugio a la cima.
Exceptuando una mujer a la que le dieron la noche (siempre hay que preguntar si hay que tomar precauciones adicionales 😛 ) TODOS subimos y bajamos aunque luego recuperásemos mejor o peor.
Lo dicho, como siempre, un placer subir al Mulhacén.