En nuestras antípodas hay paisajes naturales espectaculares y gente curiosa que se entretienen haciendo sus propias motos a partir de «trozos» de «cosas» que encuentran en esos trasteros y garajes perdidos de la mano de Dios.
Se juntan y organizan en un velódromo de Wellington el «Dromageddon«.
Seguro no tiene que ser mucho, pero divertido, un rato.
Y también el «cómo se hizo».
Vía MotorPasiónMoto.