Sólo.
Por mi ruta de exprimirme: collado del Roldán y campo de tiro dos veces.
Después de casi dos semanas enfermo y recuperándome de una faringitis ha sido especial. Hacía frío, ha empezado a chispear suavemente…. Olía a mojado, las ruedas deslizaban lo justo en las zonas técnicas de piedras planas para jugar con los frenos sin correr riesgos de hacerme daño y en las zonas de tierra las ruedas se pegaban como si fuesen lapas….
Sentirse fuerte a pesar del parón (he llegado al collado del Roldán sin poner pie en tierra en la primera subida) te da subidón.
Las 1600 KCal en una hora y 45´atestiguan que me he vaciado.
Pero he llegado pleno.
Un buen día.