Los hermanos Achille y Giovanni Judica-Cordiglia grabaron en los años 60 con su equipo de radioaficionado en Turín unas 10 conversaciones en las que creyeron oír las comunicaciones entre astronautas rusas y el centro de control. Ellos entendieron que morían abrasadas al entrar en la atmósfera terrestre.
El audio original de esta historia (muchas otras más aquí) registrada el 23 de mayo de 1961, o sea, poco después de que Yuri Gagarin se convirtiese en el primer ser humano que salía de la tierra y volvía, la ha utilizado el realizador Mirjam Veske para crear un escalofriante corto.
Vía Gizmodo.