El título tan extraño del post de hoy tiene su explicación.
Este fin de semana hemos disfrutado de un viaje promocional cortesía de la sección de grupos de Viajes El Corte Inglés a Masella para ver el hotel Alp (que nos ha tratado con una amabilidad, atención y cortesía espectaculares), las pistas de esquí de La Masella y La Molina (qué pena que no incluyese cursillo o que ya supiésemos esquiar) y visitar Castelar de Nuch (o n’Hug en catalano), las fuentes del Llobregat, Puigcerdá y Andorra.
Tan poco acostumbrados como estamos a los viajes organizados en los que cada parada y visita tiene un tiempo estipulado y preciso nos ha costado cierto trabajo ajustarnos a este ritmo, pero ha sido una buena experiencia. También nos hemos metido unas jabonetas buenas de autobús (toleramos mejor las de andar aunque sea cargados, con hambre y frío).
Buenos compañeros de viaje (porque los maestros también somos cada uno de nuestro padre y nuestra madre, como se suele decir) y mejores guías por parte de ECI, Javier, Silvia y Juan Manuel.
Pero aunque parezca mentira, una cosa que me preocupaba era no estar para la recogida de alimentos programada para el viernes, sábado y domingo a nivel nacional por parte de la confederación de bancos de alimentos. Siempre que vamos al hiper y tienen campaña de recogida, compramos no perecederos para aquellos que aún van más achuchados que nosotros.
Porque España pasa hambre.
Es un hecho.
Las cifras de paro y lo que es más preocupante, las cifras de familias a las que se les ha terminado todo tipo de ayuda y tienen que canibalizar las exiguas pensiones de los ya ahogados abuelos hacen que en muchas casas la situación ya haya sobrepasado el calificativo de insostenible. Aunque desde el gobierno se empeñen en comunicarnos a bombo y platillo que estamos saliendo de la crisis.
Los que salen de la crisis son los bancos (como no), que trincaron el dinero de los fondos internacionales y que hemos pagado todos los ciudadanos con paro, recortes y empeoramiento en las condiciones laborales, sociales, educativas, sanitarias, judiciales….
Pero me he quedado más tranquilo cuando hoy lunes he leído que los expectativas se han cubierto con creces, recogiendo 14 millones de kilos, un 40% más de lo esperado.
Porque a pesar de nuestros chupópteros políticos, resulta que los españoles somos aún mejor gente de lo que ya parecemos.