Puede que, como yo, seas más de TENTE, pero no podemos negar que el rey a nivel mundial es LEGO.
Hay legiones de seguidores que compran y construyen dejándose en el camino cientos e incluso miles de euros.
La BBC contó que en febrero de 1977 se hundieron 62 contenedores del buque portacontenedores «Tokio Express» a 20km de las costas de Cornualles (sur de Inglaterra). Uno de ellos contenía 4,8 millones de piezas de LEGO que iban camino de Nueva York. Las piezas van escapándose poco a poco desde las profundidades y terminan llegando a las playas donde los frikis y ecologistas (alguno perteneciente a los dos grupos) las recogen y clasifican.
La escritora británica Tracey Williams creó The Lego Lost At Sea, una página de Facebook donde recoge en fotografías sus hallazgos en las playas desde finales de los 90.
Los forofos de LEGO peregrinan a estas playas buscando piezas que se llevan como recuerdo. Muchas de ellas incluso ya no se fabrican.
El otro punto de vista es el medioambiental. Eloceanógrafo Curtis Ebbesmeyer afirma que las piezas pueden haberse desplazado unos 100.000 kilómetros. Teniendo en cuenta que el diámetro de la tierra es de 40.000 kilómetros, significa que las piezas podrían aparecer en cualquier playa de la Tierra.
Tracey Williams pide que si encuentras alguna pieza del tesoro, informes del hallazgo para elaborar un cuaderno de recuerdos completo. Hasta el momento han aparecido unas 350.000 piezas.
Cualquiera de nosotros podemos encontrar una cualquier día…
Vía ABC.