Ayer martes pudimos ver un claro y «escandaloso» ejemplo de product placement de los productos de Apple en la serie House en el capítulo 10 de la cuarta temporada.
En varias tomas se pudo observar un MacBookPro donde se mostraba (además de la manzana) la pantalla de arranque de Mac OSX.
Para colmo, pocos minutos después aparece una cajita con un lazo rojo. ¿Qué hay dentro?
¡Leche! Un iPhone que resulta ser de su compañero, el doctor Wilson.
¿Cuánto le ha costado a Apple la broma?
Como era de esperar, los medios están muy contentos de la vuelta del héroe.
Pues eso, que al final todos contentos.
El que no se conforma es porque no quiere.
Gracias, Víctor.
Hoy hemos vuelto a estar de escalada en la Azohía.
Aunque en principio quedamos con nuestros amigo Miguel del club (sí, el de La Unión), al final han ido cayendo por allí un montón de gente conocida.
Raquel, Mari Carmen, Esther, Jesús (Chus), Jojope, Pablo, Tom, Miguel (el rubio)… Creo que no me dejo a nadie 😉
Un buen sol, una buena actividad, una buena compañía ¿qué más se puede pedir para despedir la semana?
Tenéis las fotos en Photobucket y como pase.
P.D.: ya he resuelto el problema que me han causado las legañas esta mañana. He puesto la dirección de las fotos y obviamente, ésta no era Belén.
No a todos les sienta bien la cirugía estética.
Hoy, en exclusiva ;-), en la edición de MaximOnLine, una particular feria de los horrores, donde el bisturí, la silicona y el bottox son los reyes del desfase y lo estrafalario.
Estoy hasta los mismísimos h*evos.
No estoy dispuesto a tragar con este tema.
Todos se tiran de los pelos cuando salta un caso de dopping en el ciclismo. Se llenan columnas en la prensa deportiva, es noticia de portada en los informativos, hacemos escarnio (justificado) del hecho y abrimos debates sobre la necesidad de un control tan férreo sobre unos deportistas de verdad que rozan lo sobrehumano (no como los «deportistas» de otros «deportes») que raya en la intromisión en los derechos más fundamentales de cualquier persona.
Se les trata como a presuntos culpables en vez de presuntos inocentes. Se les sangra a las 5 de la mañana cuando tienen que hacerse al día siguiente 200 kilómetros subidos a un sillin de cuero durante más de cinco horas. Se pone en duda su entrenamiento y los medicamentos indispensables para recuperarse de tan hercúleos días. Se les somete a registros dignos de cualquier narcotraficante.
Y luego salta un caso positivo (de los escasos controles a los que son sometidos otros «deportistas») y se les defiende a ultranza: el club, los medios afines y los aficionados en general.
Los que han ido a aplaudir a Gurpegui al entrenamiento ayer, las declaraciones hechas en los medios públicos y el seguimiento de la situación como si del regreso de un héroe se tratase por los medios de comunicación me dan auténtica repugnancia.
Porque esos aficionados, esos medios de comunicación y la sociedad en general pone verde a cualquier ciclista que haya dado positivo o símplemente dé lugar a sospechas sobre este tema y exige su crucifixión y público despelleje así como que se le aparte de la práctica deportiva de por vida y de la relación con cualquier menor por si le enseña a chutarse (por si acaso).
Y el domingo cuando salte al césped para jugar contra el Real Madrid recibirá una ovación aplaudida por todos los medios.
Pero él no es un ciclista.
No puedo con estas tontadas. Lo siento.
Porque éste no es un blog maquero pero sí recojo últimamente bastantes noticias relacionadas con el mundo Apple, sobre todo teniendo en cuenta que el 90% del tiempo que paso pegado a un teclado lo hago bajo el sistema operativo de la manzana.
Así que creo que es conveniente crear una nueva categoría a la que he denominado MAC.
Que aproveche 😉
Porque ya está bien de que nos tomen el pelo.
Ya está bien de que se recorte la extensión de los Espacios Naturales Protegidos para facilitar que se recalifique el terreno.
Podéis encontrar más información en la web http://www.um.es/eubacteria/marinadecope.html…
….y luego tienen la caradura de pedir agua. ¿Agua para beber, para cultivar o para crecer desmesuradamente a costa de nuestro entorno?
A ver si nos vamos aclarando y vamos mostrando las cartas de la manga, que ya está el tema bastante amortizado electoralmente hablando.
Hoy software gratuito.
Free PDF to Word Doc Converter 1.1
Se puede descargar en http://www.hellopdf.com/
A veces me pregunto dónde termina el arte y empieza la tomadura de pelo.
En el año 2007, Guillermo Vargas Habacuc, un supuesto ‘artista’, cogió a un perro abandonado de la calle, lo ató a una cuerda cortísima en la pared de una galería de arte y lo dejó allí para que muriera lentamente de hambre y sed.
Durante varios días, tanto el autor de semejante crueldad como los visitantes de la galería de arte presenciaron impasibles la agonía del pobre animal.
Finalmente, el pobre animal murió de inanición, seguramente tras haber pasado por un doloroso, absurdo e incomprensible calvario.
¿Arte?
Pues eso no es todo: la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte decidió, incomprensiblemente, que la salvajada que acababa de cometer este sujeto era arte, y de este modo tan incomprensible Guillermo Vargas Habacuc ha sido invitado a repetir su cruel acción en dicha Bienal en 2008.
Hoy algo para matar el tiempo.
¿Conocéis los videos inmersivos?
Se trata de una tecnología que permite movernos dentro de la acción filmada.
Te colocas con tu cursor sobre la ventana del reproductor y mientras se reproduce la acción, «desplazas» la cámara para ver todo lo que sucede en 360º alrededor.
Cuando menos, curioso.
Javier Martos nos ha informado de algo que a muchos nos va a venir de perlas.
Pues resulta que la información geográfica generada por el Instituto Geográfico Nacional va a ser liberada en la práctica, y se hará disponible a través de Internet mediante accesos gratuitos de tipo API según publica hoy el BOE.
Luis Mayor me envía un artículo que nos hace pensar en las posibilidades no siempre honestas que nos ofrecen las nuevas tecnologías.
En este artículo de El Pais, comenta el anuncio del gobierno chino de controlar páginas web que ofrece mapas y la retirada de imágenes de Google Earth por parte del Pentágono.
Uno de los temas recurrentes en el curso de Técnico Básico en Montaña que seguí estos dos años atrás era el tema de las responsabilidades.
Si bien es cierto que siempre que llevamos a cabo actividades con cualquier grupo en un entorno natural, ya sea con niños o con adultos, siempre lo hacemos con nuestra mejor intención y asumimos cierto grado de riesgo creyendo que «nunca pasa nada«.
El problema viene el desgraciado día en el que pasa algo.
Y esto es lo que le sucedió a un grupo de «scouts» de Madrid en una salida por Portugal. Aún queda por determinar qué sucedió realmente y si hay o no hay algún tipo de negligencia que desemboque en responsabilidades.
Todos conocemos casos cercanos o por lo menos en los medios de comunicación que han sido solventados de mejor o peor manera pero siempre con la pasta por delante, cuando no ha terminado en una estancia en la penitenciaría.
Así que cuando salgáis con críos y no tan críos, llevad cuidadín, por favor y sed prudentes.
El domingo por fin volvimos a lo que debería ser la norma: que a las seis de la tarde aún sea de día.
Y da la curiosidad que en nuestro viaje a Londres tuve el distinguido honor de echarme a la cara al iluminao (y nunca mejor dicho) que propuso la feliz idea del cambio de hora en invierno para «aprovechar» las horas de luz.
Puede que sus cálculos y teorías fuesen válidas para la realidad de la sociedad y la industria de principios del siglo XX, pero teniendo en cuenta que ya estamos metidos en el siglo XXI y la realidad socio-energética es ostensiblemente diferente, me da la sensación de que lo del cambio de hora se mantiene por un simple sentido melancólico.
¿Cuántas grandes factorías de las que de verdad consumen energía conocéis que paren por completo las máquinas por la noche o enciendan la iluminación eléctrica exclusivamente cuando no hay luminosidad natural?
Seamos sinceros. Las horas de luz que ganamos por la mañana y que se supone que ahorramos de no encender las luces las gastamos y con creces por la tarde porque seguimos sin ver. Las horas de sol que tenemos en invierno son las que son y da igual que adelantes la hora o la atrases. Cuando necesitas la luz la enciendes, ya sea a primera hora del día o a última hora de la tarde.
Así que como da mucho gusto que sean las siete de la tarde y todavía veas si pisas o no una «catalina» y esos famosos estudios de ahorro energético nunca se publican, desde esta humilde columna pido con energía (captad la ironía) que se dejen de tonterías y que a las seis haya luz de sobra en invierno.
Por cierto, tenéis un brillante artículo (como no podría ser de otra manera) de Albert Costa en la Vanguardia sobre el tema. Recordaros que Albert escribe casi a diario en CanalPDA, de inexcusable y obligada lectura diaria.
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